Hace tiempo me encontré por la red a una mami soltera y mexicana como yo. Me entusiasmo su manera de ver y vivir la vida. Recuerdo haberle pedido permiso para publicar en mi blog su relato de cuando se enteró de que sería madre y ella me lo otorgo así que hoy les dejó su relato y el link por si gustan visitar su blog
Relato de Bere
blog: Por la vidaRelato de Bere
De cómo me enteré que sería mamá
Como les platicaba, mi hijo nació hace 1 año 9 meses, así que parece lejano el día que supe que estaba embarazada, pero aún lo recuerdo perfectamente, supongo que a todas les pasa igual, pero como cada historia es diferente ahí va la mía.
Fue a finales de mayo 2008, yo tenía 26 añitos (una bebé, ajá!), y aún seguía en mi plan de amigos, fiestas, cine, etcétera, etcétera. Ahora que lo pienso, sigo extrañando el cine, las fiestas y los bares ya no me apetecen, pero cada vez que veo anunciada una película mi espíritu cinéfilo despierta de su sueño.
Recuerdo que mi periodo se atrasó alrededor de una semana, no demasiado, pero sí algo raro, además de que sentía mi cuerpo diferente. Pero aún no pensaba que Gabriel ya estaba empezando a crecer con sus primeras células en mi cuerpo.
Así que al ver que los días pasaban, y el periodo no llegaba, para no crear más dudas y nervios fui a un laboratorio, y con los nervios comiéndome me hice una prueba, el resultado lo recibí más tarde: POSITIVO! Ay, Dios mío, mi primera reacción fue de felicidad, y lo primero que pensé fue: Es niño. Por qué? No lo sé, simplemente sabía que era niño. Después cuando alguien me decía que podía ser niña, me parecía que no sabía de lo que estaba hablando. No crean que era por no querer una niña, me encantan las niñas, tan lindas, pero yo seguía pensando que era niño, así que me molestaba que se confundieran, jaja. Ah, porque todo mi embarazo fue genial, pero yo estaba más insoportable que de costumbre.
En fin, a pesar de que mi primera reacción fue de felicidad, las siguientes reacciones fueron nervios, miedo, estrés. Soy madre soltera, así que pensaba cómo le diría a mis papás, qué iba a hacer yo para que ese pequeño bebé estuviera bien, si tenía la capacidad económica, emocional y moral para educarlo y ser su madre en toda la extensión de la palabra. Con el papá, lo cierto es que ya nos habíamos separado, no tenía contemplado decirle, hasta semanas después lo pensé. Pero incluso ahora no conoce a Gabriel, él es una buena persona, pero hasta las buenas personas toman malas decisiones, y así fue. No podría guardarle rencor ni resentimiento alguno, sé cuáles fueron mis errores y cuáles los de él, y también tengo presente que una parte de él está en Gabriel, y pienso que es la mejor parte. No hay más que decir al respecto.
La primera que supo fue mi mejor amiga, Selene, le conté para liberar un poco de estrés, y además porque necesitaba decírselo a alguien. Tenía que decirle a mis papás y hermana, pero eso me causaba algo de temor, y no me sentía preparada.
Para no hacer el cuento largo, le conté a mis papás al cabo de dos semanas, y recibí de ellos más apoyo y cariño del que hubiera podido esperar. No es que pensara que me iban a correr de la casa ni nada parecido, pero tampoco esperaba que me dijeran que contaría con todo su apoyo incondicional. Es de esas cosas que uno agradece infinitamente porque son totalmente inesperadas.
No me fue fácil aceptar que mi vida cambiaría tan radicalmente, pero afortunadamente conté con el cariño de muchas personas. Y al final, pienso que me ayudó mucho mi optimismo excesivo, algunos días me deprimí, obviamente, pero la verdad es que fueron muy pocos.
En cambio los días de alegría se multiplicaban, sentir los movimientos de mi bebito, ver crecer mi pancita, comprar su primera ropa, ver el ultrasonido, escuchar su corazón!! Ah, qué bello sonido, el bum-bum-bum más hermoso que he escuchado en mi vida, casi lloro.
De cuidar niños, yo no sabía nada, así que me consolaba leyendo libros de bebés, con la esperanza de encontrar la información suficiente para no ponerle el pañal en la cabeza, y no darle papillas el primer dia de nacido, jaja, exagero, lo sé, pero así me sentía.
Desde ese tiempo comprendí que ser madre era mucho más complicado de lo que yo hubiera podido imaginar, desde entonces tuve que tomar decisiones por alguien más que no era yo, y que seguramente sería muy diferente a mí, y todo sin saber si sería lo mejor, simplemente esperando que esa decisión que tomaba era lo mejor para Gabriel y para mí. Quizá nunca tendré la certeza de que he tomado buenas decisiones, pero le repito a mi pequeño que todo lo haré pensando en nuestro bienestar, no como seres individuales, sino como la familia que somos. Pero también ha sido genial tener a mi pequeño, sentir sus pataditas, verlo nacer, crecer, ser testigo de cómo adquiere más y más habilidades... no tiene comparación con nada!
Etiquetas: El sentir de las mamás solteras
8 Comments:
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Un Besito Marino
me emocionó leerlo otra vez. Saludos!!