Cuando aprendes a liberarte de la lástima


Creo que uno de los peores errores que puede cometer una madre es sentir lástima por si misma e igual de malo es sentir lástima por sus hijos, nietos o por algún familiar.

¿Pero cómo voy a sentir lástima por mi? Es real y es muy común.


Una mujer puede mirarse con lástima por diversas razones, sobre todo cuando siente que algo no le ha salido como lo esperaba o siente que ha perdido algo valioso.

Una madre soltera puede tener este sentimiento porque se ha quedado sin su pareja, porque siente que no podrá sola e incluso porque no se siente querida.

Una madre puede experimentar este sentimiento porque piensa que la ausencia del padre le hará daño a sus hijos. Una madre puede vivir este sentimiento por pensar que sus hijos no tienen suficientes cosas materiales y una abuela también puede experimentar lo mismo por sus nietos al creer que no son lo suficientemente queridos por los padres.

Casos como estos he visto muchos, yo misma llegue a sentir pena por mí cuando me sentí abandonada y a la deriva siendo madre soltera, y me acongojaba pensar que mi hija iba a sufrir por la ausencia de su padre. Sin embargo llegue a una conclusión: no era la única persona en el mundo que tenía problemas, mi hija no era ni es la única persona en el mundo con dificultades que sortear y por el contrario, teníamos salud y yo al menos tenía todas las herramientas necesarias para salir avante en cualquier batalla y estaba en mí el poder dotar a mi hija de armas suficientes para afrontar la vida. Tenía dos opciones: hacer de mi hija una persona fuerte emocionalmente o hacer de ella una persona frágil, de esas que andan por el mundo sintiéndose las victimas y quejándose de todo.

También llegué a una segunda conclusión muy importante: la lástima que sentimos por nosotros o por otros, a la larga sólo es perjudicial. Nos ciega, no nos permite y actuar y con ello sólo empeoramos las cosas.


La madre que siente lástima por sus hijos, se vuelve permisiva, intenta llenar las carencias de sus hijos a toda costa, deja de poner límites e intenta cubrir las necesidades afectivas de los niños con cosas materiales.

La abuela que siente lástima por los nietos, intenta adoptar el papel de madre o padre, les resta responsabilidades a los progenitores y sólo termina perjudicando al niño que no crece en un hogar bien establecido y por el contrario anda rodando de aquí para allá.

La mujer que siente lástima por si misma, va de aquí para allá llenándose de relaciones tóxicas porque no es capaz de reconocer su valía como mujer y deja entrar a cualquier tipo en su vida. Lo que a la larga sólo deja un vacío mayor.

El día que deje de sentir lástima por mi, todo cambio para bien.

¿Y cómo sacudirse la lástima?

Para liberarnos de este sentimiento, hay que reconocer que es un sentimiento negativo que no aporta nada positivo a nuestra vida. Después necesitamos ser reflexivos y estar conscientes de que en el mundo, cada persona vive sus propias batallas. Los males y las situaciones difíciles nos hacen crecer como personas y no hay nadie que se libre de ellas, ni siquiera los ricos tienen la vida resuelta aunque así lo creamos pues hay cosas que sencillamente no compra el dinero: aunque suene muy trillado es real. El dinero no devuelve a las personas de la muerte ni cura una enfermedad, y lo hemos visto muchas veces, tampoco trae la felicidad.

En los hogares con matrimonios estables también hay problemas, algunas personas lidian con la muerte de un ser querido, otras con una grave enfermedad, algunas tienen que vivir con una discapacidad. Tantos problemas acechan a todo el mundo, pero ni la lástima ni la compasión resuelven nada.

Antes de que sientas lástima por ti o por algún familiar que te rodea, te invito a que te replantees si la situación en verdad ámerita "que te tires al drama"

Te invito a que reflexiones, y a que compares tus carencias contra todo lo que tienes a tu favor: ¿tienes un techo donde dormir? ¿tienes comida? ¿te falta el vestido? ¿estás saludable? ¿te puedes dar algunos lujos de vez en cuando como salir al cine o ir por un helado? Si la mayoría de estas respuestas fue afirmativa entonces creo que tienes más razones por las cuales agradecer que por las cuales sentir lástima. Te invito a que cambies el sentimiento de lástima por gratitud, cuando aprendemos a agradecer, las buenas cosas fluyen.



0 Comments:

Post a Comment